62 personas se inscribieron en el Programa ZANAHORIA II, 51 siguieron los entrenamientos, 19 se organizaron en seis equipos. Durante 8 meses compartimos entrenamientos e información a fin de
completar el programa que nos llevó por varias montañas del norte de la Patagonia, y que culminará en el Plata y el Aconcagua en unos días más.
Montañismo autónomo deportivo, es la opción de nuestra organización. No
llevamos gente a la montaña, nosotros nos preparamos en el amplio abanico de las demandas físicas, tecnicas y tacticas especificas del alpinismo. Nosotros vamos a la montaña, organizados en equipos independientes, que es algo bastante
diferente en términos de riesgos, toma de decisiones y meritos.
En el
tránsito por las montañas y otras zonas remotas y salvajes, enfrentaremos por
lo menos las siguientes cosas:
Incertidumbre
Agotamiento
Aislamiento
Peligro
Miedo
Inseguridad
Inestabilidad
Adversidad
Azar
.........
El desafío del montañista autónomo es resolver y superar esos obstáculos sin
ayuda de terceros, por sus propios medios. Un pequeño equipo frente a la
hostilidad de los elementos de la naturaleza. La recompensa es crecimiento
personal, satisfacción y prestigio, eso es todo.
El montañismo autónomo deportivo es una actividad
marginal aun dentro del ambiente de montaña, sin un argumento bien constituido,
sin simbolismo y con una tradición a medias definida, existe a la sombra de la formidable estructura publicitaria y mediática del turismo activo
de montaña. La causa de esto es que los valores que animan al montañismo
deportivo contrastan abiertamente con los que sostienen a la cultura global y son
estos últimos, los que replica el sector de turismo activo. Frente a esto, hablar de rescate y reivindicación
suena un poco heroico pero no describe con precisión la actual situación,
porque más bien se trata de crear, fortalecer y proyectar un nuevo concepto, a
la luz de las nuevas tendencias de la cultura en el siglo XXI, momento este, en
el cual la urbanización, la normalización y la sistematización han alcanzado
cobertura mundial en pos de la tan anhelada seguridad que se viene prometiendo
desde la revolución industrial. Ahora, la toma de riesgo circunstancial, es una elección
que obliga a quienes lo hacemos, a dejar de lado por elección: servicios, información
y medios para alcanzar un mínimo de aventura en nuestras actividades, y así
poder acceder a la montaña, conviviendo armoniosamente con la incertidumbre, la
inestabilidad y el aislamiento. La prescindencia de servicios profesionales la distingue
del montañismo guiado y está caracterizada por la toma de decisiones bajo presión
operacional casi constante, en un ambiente adverso y hostil, debiendo
implementar las medidas justas en el momento preciso, ya que las reservas de energía
y medios, están limitadas a la capacidad física y moral del equipo.
A la montaña se va para ser libres, sin la libertad el alpinismo no existe.
Desde el lugar de la acción expedicionaria, Toni Rodriguez relata los acontecimientos.
Un grupo de deportistas que se han preparado mucho tiempo para medirse con la adversidad y la persistente hostilidad de la alta montaña, en un escenario fantástico de glaciares y grandes contrastes.
En "Todo Bien" y en "Vuelta de Pagina"
LU5 AM600 FM 94,7 (en Neuquen Capital) www.lu5am.com